martes, 6 de octubre de 2015

Impotencia

Es increíble la impotencia que se puede llegar a sentir cuando ves a una amiga llorar por un tío y sabes que digas lo que le digas no va a ser suficiente para animarla, porque el sufrimiento que siente no se puede arreglar con simples palabras. Solo se arreglará con el tiempo.
Siempre me ha parecido muy injusto que una persona sufra tanto por un chico o una chica pero verlo en alguien tan cercano que a veces parece que te está pasando a ti es peor todavía.
Sé que es mas fácil decirlo que hacerlo pero nunca hay que llorar por nadie, ni siquiera por ti mismo. Nadie se merece que pases horas y horas derramando lágrimas y a veces sangre por alguien que no sabe apreciar lo que tiene delante, por alguien que no cumple su palabra de estar siempre a tu lado. 
¿Pero sabéis lo peor? Que a mi amiga le hicieron esa promesa y, aún estando ella peor, fue ella la que estuvo allí para preguntarle si estaba bien pero él ni se acercó cuando ella estaba sentada, apartada de la gente, hecha mierda, y lo único que necesitaba era que se acercase a preguntarle si estaba bien.
Y supongo que duele, duele ver como una persona con las que has pasado tanto, ha conseguido que sientas cosas que jamás pensaste que se pudieran sentir y ha hecho que pases momentos que, por mucho que ahora te duelan, odies y quieras borrar de tu mente, en su momento, te hicieron sentirte la persona más feliz del mundo, ahora es la que no deja de hacerte llorar, de sufrir.
A mi amiga le costó tragarse su orgullo por él pero lo hizo y se arrepiente como la que se arrepiente de pillarse un ciego del que no te acuerdas y despertarte en un banco de un parque. 
Eso demuestra que sí, que hay que arriesgarse, que el que no arriesga no gana, que el no ya lo tienes y que no te puedes quedar con la duda de que hubiera pasado si... porque esa pregunta te perseguiría durante muchííííísimo tiempo. Porque aunque ella ahora se arrepienta un poco porque no se esperaba acabar así, sabía que lo tenía que hacer y no quedarse con eso dentro.
Lo peor es que, aunque te parezca lo peor que te podía pasar, no lo es. Vendrán cosas peores, peor también mucho mejores y dentro de un tiempo, te reirás de ver como lo pasaste porque en ese momento no te parecerá para tanto.
Y hasta que pase ese tiempo para mi amiga solo me queda estar ahí para lo que necesite, porque ella, a pesar de todo, esta cuando yo no tengo mis mejores días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario