miércoles, 7 de octubre de 2015

No lo entiendo

No entiendo por qué hay gente que va con gente que le cae mal para después criticarle por la espalda. ¿Qué necesidad hay de ser falsa? Si te cae mal pues tú por un lado y él o ella por otro, no es que sea muy difícil.
Pero claro, hay gente que pasa el rato así. Algunos se van a dar una vuelta, otros están con el móvil y ellos van de amigos cuando en lo único en lo que están pensando es en jugártela cuando menos te lo esperes.
Y el caso es que son una plaga, cada vez hay más  personas así y menos que valga la pena conocer. Con esto no digo que seamos todos amigos en un mundo feliz de luz y color ni mucho menos, cada uno con quien quiera ir. Es imposible que nos caiga bien todo el mundo y que nosotros les caigamos bien a todos ellos, pero por eso mismo tenemos que ir con quien queramos, con quien nos llevemos bien, con quien nos sintamos a gusto.
¿Qué necesidad hay de provocar peleas, de hacer a alguien confiar en ti para después hacerle sentir una mierda? ¿De verdad os sentís orgullosos? Porque es lamentable. Lamentable que tengáis que ocupar vuestras vidas haciendo eso o que esteis tan solos que tienes que ir con personas que os caen mal para después haceros los importantes con los demás.
Y lo mejor de todo: a nadie le gustan los falsos pero les jode que les vayan con la verdad por delante y diciéndoles las cosas a la cara. Ni vosotros mismos sabéis lo que queréis.

martes, 6 de octubre de 2015

Impotencia

Es increíble la impotencia que se puede llegar a sentir cuando ves a una amiga llorar por un tío y sabes que digas lo que le digas no va a ser suficiente para animarla, porque el sufrimiento que siente no se puede arreglar con simples palabras. Solo se arreglará con el tiempo.
Siempre me ha parecido muy injusto que una persona sufra tanto por un chico o una chica pero verlo en alguien tan cercano que a veces parece que te está pasando a ti es peor todavía.
Sé que es mas fácil decirlo que hacerlo pero nunca hay que llorar por nadie, ni siquiera por ti mismo. Nadie se merece que pases horas y horas derramando lágrimas y a veces sangre por alguien que no sabe apreciar lo que tiene delante, por alguien que no cumple su palabra de estar siempre a tu lado. 
¿Pero sabéis lo peor? Que a mi amiga le hicieron esa promesa y, aún estando ella peor, fue ella la que estuvo allí para preguntarle si estaba bien pero él ni se acercó cuando ella estaba sentada, apartada de la gente, hecha mierda, y lo único que necesitaba era que se acercase a preguntarle si estaba bien.
Y supongo que duele, duele ver como una persona con las que has pasado tanto, ha conseguido que sientas cosas que jamás pensaste que se pudieran sentir y ha hecho que pases momentos que, por mucho que ahora te duelan, odies y quieras borrar de tu mente, en su momento, te hicieron sentirte la persona más feliz del mundo, ahora es la que no deja de hacerte llorar, de sufrir.
A mi amiga le costó tragarse su orgullo por él pero lo hizo y se arrepiente como la que se arrepiente de pillarse un ciego del que no te acuerdas y despertarte en un banco de un parque. 
Eso demuestra que sí, que hay que arriesgarse, que el que no arriesga no gana, que el no ya lo tienes y que no te puedes quedar con la duda de que hubiera pasado si... porque esa pregunta te perseguiría durante muchííííísimo tiempo. Porque aunque ella ahora se arrepienta un poco porque no se esperaba acabar así, sabía que lo tenía que hacer y no quedarse con eso dentro.
Lo peor es que, aunque te parezca lo peor que te podía pasar, no lo es. Vendrán cosas peores, peor también mucho mejores y dentro de un tiempo, te reirás de ver como lo pasaste porque en ese momento no te parecerá para tanto.
Y hasta que pase ese tiempo para mi amiga solo me queda estar ahí para lo que necesite, porque ella, a pesar de todo, esta cuando yo no tengo mis mejores días.

lunes, 5 de octubre de 2015

Gracias

Hay muy poca gente que merezca le pena, muy pocas personas a las que le puedas llamar amigos y saber que lo son de verdad. Me acuerdo cuando era pequeña y mi madre me decía: "Los amigos de verdad se pueden contar con los dedos de una mano" y yo siempre le contestaba que a mi me faltaban dedos. Ahora me doy cuenta de la razón que tenía ella, como siempre.
Y aunque me he ido dando cuenta de eso más o menos a lo largo de muchos años, esta semana he terminado de abrir los ojos. Me he dado cuenta de que hay veces que personas con las que apenas has hablado se preocupan más que otras a las que alguna vez consideraste como mejor amiga. Que gente que conoces de mucho tiempo pero que has empezado a hablar con ella desde hace menos de un año siempre esta pendiente de ti e intenta animarte a pesar de estar ella igual que tú, y que gente con la que has ido perdiendo relación pero sigues siendo amiga se ha sentado a mi lado y hasta que no he sonreído no se ha ido y otros que considerabas amigos pero no para tanto me han dado su mano y no me han soltado a pesar de todo.
Esta claro que a nadie le gustan los malos momentos, estar hundidos en la mierda, y yo no voy a ser diferente. Pero a todo hay que buscarle el lado bueno, y esta mala racha me ha servido para algo. Para ver en quien, a pesar de todo, a pesar de apenas conocernos o del desgaste de nuestra amistad, puedo confiar, quien van a estar ahí, teniendo una mano libre para ayudarme a levantarme siempre que lo necesite, sacando tiempo de donde no lo hay para arrancarme la mas difícil de mis sonrisas, para aguantarme, que nunca ha sido fácil.
Y no existen palabras en el mundo para poder agradecerles el, sin yo saberlo, haber sido siempre mi punto de apoyo.